sábado, 21 de febrero de 2009

Esperando a Godot - Samuel Beckett




ESTRAGON: Para que todo fuera bien habría que matarme, como al otro.
VLADIMIR: ¿Qué otro? (Pausa.) ¿Qué otro?
ESTRAGON: Como a billones de otros.
VLADIMIR (sentencioso): Cada cual con su cruz. (Suspira) Al principio pesa pero cuando llega el fin uno casi ni la nota.
ESTRAGON: Entretanto, intentemos hablar sin exaltarnos, ya que somos incapaces de callarnos.
VLADIMIR: Es cierto, somos incansables.
ESTRAGON: Es para no pensar.
VLADIMIR: Tenemos justificación.
ESTRAGON: Es para no escuchar.
VLADIMIR: Tenemos nuestras razones.
ESTRAGON: Todas las voces muertas.
VLADIMIR: Hacen un ruido de alas.
ESTRAGON: De hojas.
VLADIMIR: De arena.
ESTRAGON: De hojas.

(Silencio.)

VLADIMIR: Hablan por todas a la vez.
ESTRAGON: Cada cual para sí.

(Silencio.)

VLADIMIR: Más bien cuchichean.
ESTRAGON: Murmuran.
VLADIMIR: Susurran.
ESTRAGON: Murmuran.

(Silencio.)

VLADIMIR: ¿Qué dicen?
ESTRAGON: Hablan de su vida.
VLADIMIR: No les basta haber vivido.
ESTRAGON: Necesitan hablar de ella.
VLADIMIR: No les basta con estar muertas.
ESTRAGON: No es suficiente.

(Silencio.)

VLADIMIR: Producen un ruido como de plumas.
ESTRAGON: De hojas.
VLADIMIR: De cenizas.
ESTRAGON: De hojas.

(Largo silencio.)

VLADIMIR: ¡Di algo!
ESTRAGON: Estoy pensando.

(Largo silencio.)

VLADIMIR (Angustiado.): ¡Di cualquier cosa!
ESTRAGON: ¿Qué hacemos ahora?
VLADIMIR: Esperamos a Godot.
ESTRAGON: Es cierto.

martes, 10 de febrero de 2009

mon petit prince II



de arena
hicimos un castillo
(pegado al mar,
nos gustan los desafíos)

enorme muralla
un puente
doble fosa
cuando el agua lo atacaba
era más bello.

nos sentamos a contar olas
cuando se terminaron los dedos
perdimos la cuenta

la furia del mar no podía con él.

antes de que lo destruyeran
otros niños celosos
la rutina del sol
la costumbre del viento
el tiempo

atacamos nosotros
a carcajadas
a saltos.

cuando nos fuimos
vi de reojo
a los niños celosos
reconstruyéndolo.

viernes, 6 de febrero de 2009

jueves, 5 de febrero de 2009

(...)

sé que no fue tu intención. probablemente tiraste el cuchillo al aire para que se clave en la tierra en el centro de una cruz de sal, pero justo en el cenit de su viaje hacia el gualicho, el viento que se llevó la lluvia desvió el filo... yo lo descubrí cuando quería clavarse en mí.

(

"Me estoy atando los zapatos, contento, silbando, y de pronto la infelicidad. Pero esta vez te pesqué, angustia, te sentí previa a cualquier organización mental, al primer juicio de negación. Como un color gris que fuera un dolor y fuera el estómago. Y casi a la par (pero después, esta vez no me engañás) se abrió paso el repertorio inteligible, con una primera idea explicatoria: 'Y ahora a vivir otro día, etc.' De donde sigue: 'Estoy angustiado porque... etc' Las ideas a vela, impulsadas por el viento primordial que sopla desde abajo (pero abajo es sólo una localización física). Basta un cambio de brisa (¿pero qué es lo que la cambia de cuadrante?) y al segundo están aquí las barquitas felices, con sus velas de colores."

rayuela, claro.

)

eso mismo. te pesqué, puñal, y pelé entera una jugosa naranja en una sola tira, y puse la cáscara a secar para agregársela al mate. ahora mi ventana tiene un rulo naranja que perfuma el viento que respiro mientras sueño.

aprendí a salir del dolor transformándolo en una idea feliz de las que hacen volar. es hermoso, pero tan agotador...

espero que, como lo hace con las berenjenas, la sal del mar lave sola el sabor amargo que hoy tienen tus ausencias y yo pueda descansar.

hasta la vuelta.